viernes, 11 de agosto de 2017

Charla de bar







— Te lo dije, no hay que darles todo, hay que dejarlas deseando — fue el disparador que abrió la charla esa noche.

Llegamos como siempre, pasadas las 20 hs a tomar un vermoth tranquilos y rumbear cada uno para su casa. Toni, recién juntado, relojeaba el reloj, nervioso. Salía más temprano del trabajo y le costaba venir "tan tarde", pero sabía que si no venía se exponía a la tradicional frase lapidaria de Carlos:
— Sos un pollerudo
Carlos acababa de llegar del laburo, oficinista de banco de buen pasar, empedernido en la soltería que él llamaba "mi libertad"
— Sos hombre, tenés que tener libertad de ir y venir adonde quieras, estár con amigos, farra a la noche los viernes, poker los jueves, fúlbito los martes. Básico.
Carlos, el eternamente soltero quien no se permitía la expresión 'noviazgo'.
Marcelo los miraba a los dos, ese juego de retruques en el qué él era nuevo. Compañero de trabajo de Carlos un día lo había traído al bar para "presentarle a los muchachos", y terminó siendo parte de la barra. Nos diferenciaba una generación pero era una buena manera de ver otras formas de pensar, el pibe no se quedaba callado.
Ale jugaba al fútbol con nosotros, era el que organizaba los partidos, empresario, en pareja estable, solía llegar más tarde pero ese día había caído temprano. Con cara preocupada había hecho una seña con el brazo en alto y sin una palabra había pedido un café cortado. Ale, como yo, no tomábamos nunca alcohol. Bichos raros en un bar.
Fleco había llegado primero, reservó la mesa de siempre y en una silla había encontrado una revista con los comentarios de un psicólogo respecto a las relaciones. Se puso a ojearla haciendo tiempo y cuando llegó Toni le pasó el artículo. Lo estaban comentando cuando el resto llegamos.

— Te lo dije, no hay que darles todo, hay que dejarlas deseando — comentaba Flequillo, que cuando cumplió los 40 se había quejado del apodo y le habíamos dejado  Fleco.
— Mirá si las vas a dejar deseando, la bruja antes lo capa al Toni si le falla una noche
— Si no termino, va a pensar que estoy con otra que me saca las ganas
— Pero no boludo, que ella se quede un poco con las ganas, no vos.
— Yo prefiero que ella se sienta bien, sino anda con cara de tujes todo el dia.
— Pero no es tu caso Toni, eso de dejarlas con ganas es cuando estás en plan de conquista, hay que demostrar quien es el que manda.
— El Toni es el ejemplo perfecto de "el que LO manda...n "
— ¿Ves que sos un pelotudo? Con ustedes no se puede decir nada.
Escuchábamos el ir y venir de la charla con Ale mientras nos sentábamos. Marcelo sonreía callado.

— Es algo sobre lo que casi no se reflexiona —participó Ale — Los hombres no estamos todo el tiempo controlando qué se da, cómo se da, cuanto... y qué se espera recibir a cambio. Simplemente uno hace los que siente bien en la pareja.
— Hacemos lo que nos dicen eso códigos que incorporamos desde chicos y con la experiencia que fuimos obteniendo siendo adultos...
— ...pero lo importante es ponerla.
— Eso descontado, Carlos, pero en una relación de pareja tiene que haber mas que solo ponerla.
— En una relación de pareja, no sé. En tiempo de crisis cualquier agujero es trinchera.
La expresión tan común no evitó las carcajadas. Fleco volvió a los datos que había estado leyendo:
— Acá dice que solo cinco de cada diez mujeres argentinas alcanza el orgasmo en cada relación sexual.
— Por eso está tan solicitado este, dicen que su sobrenombre es 'Mínimo dos'
— ¿Dicen? ¿Tu hermana te contó?
— De vos me contaron: que no se te para.
— Tu hermana es una resentida.
— No, mi hermana no, mi primo.
— ¿Ché, en serio es lo de mínimo dos?
— Sin exagerar...si. Si estoy un buen día, hicimos una linda previa y la flaca pone onda. Me aguanto y se le da solo.
— Eso es por tu concepto de virilidad, en que un hombre tiene que complacer en el sexo para demostrar su hombría. Lo tuyo es tan arcaico, tan machista como los comentarios de Carlos
— 'Virilidad', 'arcáico machista', muchachos, acá hay uno que está frecuentando el sorbete de carne.
— Y acá dice que algunos como vos "incorporan pautas de rigidez e impostura viril", para disimular que les gusta la carne de chancho.
— Lo dice el que le gusta la crema en el café.
— Justo vos que aprendiste a preparar lasagna de atún vegana.
— Uh loco, déjense de joder con eso del machismo, feminismo, empoderamiento de las mujeres y todas esas boludeses. Todos los fanátismos son malos, y acá caemos mucho en los estereotipos. Vos Carlos te haces el típico macho pero bien que Yami te manejaba como quería. Y vos, mucho lavar la ropa, preparar la comida, planchar y lavar platos, pero siempre te quejás que no la pones en meses. No hay recetas, loco.
Recién a esta altura de la charla se escuchó la voz del Marcelo:
— Las cosas cambian, cambiamos nosotros, pero es un cambio lento. A algunas mujeres les va mas el tipo inteligente, que se pueda abrir camino en la nueva selva laboral, el que se pone su propia empresa como vos, Ale. Pero como todo hay mujeres que aunque después dicen políticamente que buscan la moda de los inteligentes, que la tengan clara en las computadoras, que se cuiden como ellas en las comidas, que quieren que sus parejas sean compañeros y que las entiendan; despues esas mismas salen con un simio del gimnasio que no entendés como pudo chamuyársela porque no es capaz de hilvanar ni una frase coherente.
— Al contrario de lo que al principio decían, si, y ridiculizan a las que les gustan los 'sensibles': los hombres que están realmente con ellas, que las cuidan, las escuchan, las atienden, les brindan sexo atentos a sus necesidades y tienen proyección a futuro en la relación. Cada mujer es un mundo por descubrir.
— Gatafloras.
— Distintas formas de pensar y de sentir. La cosa es no traicionarnos nosotros mismos, Si queremos joda, no prometer casorio; si somos dominantes, no dar una imagen falsa; sí somos personas que queremos enamorarnos de verdad, entregarnos a una relación sin medir las consecuencias, ser más abiertos en las emociones, compartir cosas de verdad hay que darle lugar a eso sin pensar que pueda tener una respuesta sarcástica por parte de otros: “un dominado, pollerudo, sumiso, maricón, dependiente, dominado".
— Repetiste dominado, dominado.
— algunas se quejan que los tipos son todos machos, y que no las tratan bien. Y parece mentira pero no a todas les gusta que las traten bien, romántico, caballero, no las entiende nadie. Algunas se quejan porque les abrís la puerta, dicen que les 'coartás su independencia, que pueden valerse por sí mismas'
— Si se queja porque la dejás pasar adelante, la protegés con un paraguas, le abrís la puerta... mandala a freír churros macho, está mal del marote. Es una fanática. Vas a tener quilombo.
— Es que ahora parece que a todas piensan que le tipo que las mira ya las está acosando. Parece que hay que andar con la zabeca gacha por la vida como este...
— Vos tenés la cabeza gacha porque no se te para.
— ¡Ya te fuiste al pasto! No les gusta tampoco el hombre sometido, fijate que las que dicen eso en realidad no buscan hombres. A muchas les gusta el tipo romántico, sin caer en fanatismos. Y a otras les gusta el tipo dominante, seguro. Ven al chabón del gimnasio que tiene los abdominales como una tabla de lavar la ropa, como una caja de ravioles, y tampoco es que se preguntan si es romántico, o se dan cuenta qué está todo el día al dope, no labura, no tiene futuro...
— ¡Daaaaale! como si vos cuando estas en el gimnasio mirándoles el escote a las que hacen peck deck, te preocupa si estudian, trabajan, cuanto ganan... Tenés otra cosa en la cabeza
— Las cabezas...
— Es que es así, somos más parecidos que diferentes, hay 'reglas no dichas de conducta' establecidas por años en que el verdadero hombre es un tipo tiene que tiene que complacer en el sexo para demostrar su hombría, pero fuera de la cama más vale dosificar la entrega, dejar en claro que toda expresión de romanticismo es una concesión casual. Hay algunos que se dedicaron de correrse de ese esquema, evolucionar, ser más curiosos con el otro, estar dispuestos a escuchar, aman la música, tienen sensibilidad social,  o se enganchan en cosas mas New Age. Un hombre romántico, comunicativo, presente, emocional y entregado.
— Eso vende.
— Y si, a veces. Son modas; el tipo inteligente siempre trata de venderse con lo mejor que tiene para conseguir chicas, como decía Charly. La cosa es que veces al exagerar mostrarse muy macho o mostrarse sensible, pierde la esencia de lo que realmente es.

Nos quedamos callados un rato, cada uno mirando el vaso de aperitivo o haciendo preguntas esotéricas a la borra del café del fondo de la taza. Fleco rompió el silencio:
— A mí siempre me gustó el cine francés y no por eso...
— Puto
— Te la comés doblada
— Tragasables
— Catador de bombilla de cuero

— ¡Vayánse a cagar!


(modestísimo y siempre insuficiente homenaje al Negro Fontanarrosa)

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